Aquí dejo la primera página de esta novela que aún estoy barruntando:
Nunca la marea arrastra con tanta determinación
como cuando engulle lo que más amas...
No encuentro la salida.
El agua es densa y escuece al contacto con
mis ojos.
Una mujer grita, puedo oírla a lo lejos, y yo
cada vez me siento más triste y sola, como cuando papá apaga la luz y
desaparece esos días de lluvia que necesito un abrazo. El viento salado golpea
mi rostro y lo deja tirante, lleno de chispitas que crepitan en mis mejillas.
No sé por qué lo hace, por qué repite mi
nombre sin cesar.
No haya consuelo mientras desaparece de mi
vista.
De repente ya no la veo y eso me entristece
porque es preciosa, bonita y etérea como las damas de las películas antiguas de
la abuela, esas que parecen pedir besos mientras retiran la cara.
Y entonces todo se vuelve borroso, todo
desaparece.
[...]
MIKA
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