No había terminado de escribir "La Ley del Dios Ciego" cuando
comprendí que aquellos personajes no iban a morir con el epílogo. Necesitaba
contar más cosas sobre ellos, historias que se habían quedado en mi cabeza por
no venir a cuento en la trama de la novela. Lur, Jon, Laga, Esther y Enzo, aún
tenían mucho que decir; de nuevo la cosa se me fue de las manos (viene siendo últimamente algo habitual) y se convirtió en una trilogía:
"KRATOS" porque
el poder es un tema fundamental en cada una de ellas.
Así comenzó "El
Privilegio de Rey Roto", la segunda parte de la trilogía, al principio como un experimento, para comprender si
era capaz de volver a juntarlos a todos, de hacer que continuaran con sus vidas
después del caos de la primera parte.
SINOPSIS:
Ha pasado casi un año.
La inspectora Lur Duarte vuelve a encontrarse sumida en un
agujero oscuro de soledad y repleto de miedos. Jon se ha ido y tiene que
enfrentarse sola a otro caso terrible: han hallado los cadáveres de ciento dos
mujeres en las entrañas de una cueva a las afueras de la ciudad. Varias
comisarías se reparten el trabajo para poder avanzar, pero aparte de
identificar los cuerpos, hay pocos indicios que puedan ayudar en la
investigación. Sin embargo una de las víctimas es la amiga de Carla Domén, la
hija de un importante magnate. Ambas desaparecieron hace quince años y nada se
había sabido de ellas a pesar de los esfuerzos desmedidos de Enric Domén.
En la comisaría de La Bilda hay un nuevo comisario, Matt
Devón. Ha intentado asignarle un compañero a Lur, pero ella se las arregla para
deshacerse de todos los candidatos. Sólo quiere que le acompañe Esther. Ella y
los inspectores Llorens y Vélez, le ayudarán con los pocos datos con los que
cuentan para poder desentrañar semejante horror. La mayor parte de las víctimas son prostitutas. Entonces ¿qué
hace la amiga de Carla Domén entre ellas? ¿Estará allí también el cadáver de la
hija del magnate? Sin embargo, nada es lo que parece, y la trama se va complicando a cada paso que dan, mezclandose lo desconocido con lo conocido, creando una malgama demencial.
Allan es el otro narrador. Un hombre fuerte, carente de
conciencia y muy entrenado, que se va a encargar de atar los cabos sueltos,
deshaciéndose de quien se interponga en su camino. Conoceremos sus
pensamientos, su doloroso pasado y la clase de acontecimientos que le han
convertido en lo que es.
MIKA
He tenido el "Privilegio" de leer los primeros capítulos de esta novela y verdaderamente no me han podido enganchar más de lo que lo han hecho. Estoy deseando poder leer el resto. Hay mucha intriga, emoción, sentimientos encontrados, terror, dolor, es una mezcla de sentimientos tan bien detallados y explicados, que te pone en la piel de los protagonistas.
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